«Los casos graves se pueden abordar con cirugía, que ahora son más sencillas y con buenos resultados»
Autora: Teresa Cebranos
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El doctor Rufino Méndez Arrojo, jefe de Ginecología del Hospital de Arriondas, ofrecerá esta tarde junto con Laura Rodríguez Barral, fisioterapeuta experta en uroginecología, una conferencia sobre el suelo pélvico en la Casa de Cultura organizada por el Club de LA NUEVA ESPAÑA a partir de las 20.00 horas.
-¿Cómo hay que cuidar el suelo pélvico?
-La forma de cuidarlo es intentar dañarlo lo menos posible a lo largo de la vida, aunque siempre se acaba dañando
-¿Qué factores influyen en la aparición de ese problema?
-Sobre todo, la edad, la menopausia, la pérdida de estrógenos y los partos. Cuando más partos más se daña el suelo pélvico. Hay otros factores, como la obesidad o el tabaquismo, pero la edad y los partos son los principales.
-¿Qué consecuencias tiene?
-Lo que hace el suelo pélvico es sostener las vísceras, como el útero y la vejiga y si se produce un daño hay molestias, incontinencia urinaria, sensación de pesadez, dolores a la hora de tener relaciones sexuales…
-¿Y qué precauciones hay que tomar?
-Hay ejercicios que ayudan a tonificar la musculatura, como los de Kegel. Hoy, en la charla, estará una fisioterapeuta que explicará que es importante ejercitarlo. En el caso de los partos, los médicos debemos intentar minimizar los traumatismos, como evitar los instrumentales y alargar la fase expulsiva. Otras precauciones son evitar esfuerzos físicos que dañen zona abdominal o evitar estreñimientos.
-El parto es uno de los factores que influyen, ¿cuándo se puede empezar con los ejercicios de Kegel?
-Ya se puede empezar inmediatamente después del puerperio -las primeras seis semanas después del parto-, e incluso ya se puede fortalecer esa zona durante el embarazo.
-¿Y en qué consisten esos ejercicios?
-Consisten en contraer el músculo elevador del ano. Esos ejercicios contraen la vagina y el ano y de esa forma se tonificar la musculatura. Tenemos que incentivar a la paciente para que haga series repetitivas, utilice bolas chinas y otros dispositivos intravaginales que se venden en la farmacia para fortalecer esa zona. Además, durante la micción se les recomienda que corten el chorro. Sirve también para fortalecer el músculo elevador del ano.
-¿A las mujeres les cuesta ir al médico cuando tienen incontinencia urinaria?
-Sí. Cuando se intenta sacar una prevalencia hay disparidad de cifras porque no lo consultan. Muchas de ellas creen que es normal, otras no van por pudor y otras porque creen que no tienen solución. Por eso, es importante que conozcan que hay tratamiento, que no es normal. Tener incontinencia es un problema.
-¿Qué tratamientos hay?
-Depende del tipo de incontinencia hay un tipo farmacológico. Así, hay incontinencia de urgencia o la denominada de esfuerzo, que se produce al saltar, al toser o al caminar. Cuando es leve se intenta curar con los ejercicios de Kegel, cuando ya es severa, se recomienda la cirugía. Las cirugías de la incontinencia se han ido simplificando. En un principio eran complejas y con malos resultados; ahora son mucho más sencillas y con buenos resultados, hasta entre un 70 y un 80 por ciento de curaciones.
-¿Saben cuántas mujeres pueden sufrir ese tipo de problemas?
-Hay un estudio que señala que entre el 15 y el 50 por ciento de mujeres menopáusicas -entre 50 y 79 años- sufren de incontinencia. Y con prolapso -que es el descenso del útero, la vejiga y el recto-, 40 por ciento de mujeres.
-Hablaba antes de las bolas chinas para mejorar las dolencias de suelo pélvico. ¿No se relacionan más con juegos sexuales?
-Pues es una ayuda para ejercitar la musculatura. Yo se lo recomiendo a mis pacientes y, además, ahora las puedes comprar por internet, que es más discreto y sencillo.
-También están el pilates y el yoga, no?
-Son técnicas que ayudan a tonificar esa musculatura.